Con sus 2 115 metros de altitud, el puerto del Tourmalet es uno de los puertos míticos del Tour de Francia. Los aficionados a la bici, los senderistas y los automovilistas que lo recorran podrán disfrutar de unas hermosas vistas de las montañas pirenaicas. En el descenso hacia la estación de Barèges, se puede visitar el jardín botánico del Tourmalet (abierto entre mediados de mayo y mediados de septiembre), dedicado a más de 2500 especies pirenaicas. ¡Es una forma excelente de familiarizarse con la flora local!

El pico del Mediodía de Bigorre, con sus 2877 metros de altitud, es famoso por su observatorio científico, así como por la maravillosa panorámica que ofrece de la cadena pirenaica. Para llegar hasta arriba, existen dos opciones: subir en teleférico desde la estación de La Mongie o caminar por un sendero que conduce a la cumbre. ¡En los dos casos, la llegada a la cima es espléndida y la visión quita el aliento! Además de la magnífica panorámica de 360º, también se puede descubrir un espacio gastronómico dedicado a la astronomía y a la historia del pico del Mediodía.

El pueblo de Luz-Saint-Sauveur posee una joya arquitectónica: la iglesia de Saint-André, erigida en el siglo XII y fortificada en el siglo XIV por los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Flanqueada por dos torres, este bello edificio con apariencia de fortaleza posee un recinto poligonal almenado. El magnífico interior alberga revestimientos de madera del siglo XVIII.

En Asté, no lejos de Bagnères-de-Bigorre, se encuentra la cueva de Médous. Descubierta en 1948 por tres espeleólogos, destaca por el gran número de concreciones que posee. La multitud de estalactitas, estalagmitas y colgaduras que contiene despiertan la fascinación. La visita del lugar se puede completar con un recorrido en barca por un río subterráneo.

A las puertas de las montañas pirenaicas, a orillas del río Adour, se encuentra la estación termal de Bagnères-de-Bigorre. La animada ciudad vieja, jalonada de bonitas casas antiguas y dominada por la torre de los Jacobinos, de estilo gótico flamígero, las Termas con virtudes curativas, el Spa termal Aquensis dedicado al bienestar, el Casino y el parque termal, donde da gusto pasear, la convierten en un destino de primera categoría.

Un festival que no hay que perderse es el Fin de Semana de las Artes Callejeras, que se celebra todos los años a principios de agosto en las calles, plazas y jardines de la ciudad. ¡El ambiente está garantizado!

Entre Arreau y Bagnères-de-Bigorre, se encuentra el puerto de Aspin, muy conocido por los aficionados al ciclismo. Desde sus 1 489 metros de altitud, ofrece a los que acceden a él una magnífica panorámica de las montañas circundantes.

En el corazón de Bigorre, entre los puertos de Aspin y Peyresourde, en la confluencia de los nestes (ríos) Aure y Louron, se encuentra la bonita ciudad de Arreau. Las casas antiguas, como la casa de los Lys y el castillo de Nestes, el ayuntamiento-mercado y las bonitas casas con tejados de pizarra forman un hermoso conjunto arquitectónico.

No hay que perderse el mercado de productores locales que se celebra todos los jueves por la mañana en el mercado cubierto.

Dominando la región de las Baronías, se alza el castillo medieval de Mauvezin, que exhibe en seis salas un museo histórico y folclórico. Desde lo alto de su torreón, los visitantes podrán contemplar una hermosa panorámica de los paisajes de los alrededores.

Rodeado de altas montañas, el balneario de Cauterets, conocido por sus aguas beneficiosas, ha conservado una arquitectura típica del siglo XIX. De ello dan fe los hermosos edificios Belle Epoque que se descubren a lo largo de un paseo, como por ejemplo, el Gran Hotel de Inglaterra y el Gran Hotel Continental.

Las Termas de Cauterets están especializadas en el tratamiento de las vías respiratorias y la reumatología, pero también ofrecen estancias de puesta en forma y de cuidados estéticos.

En el aspecto cultural, el Museo 1900, instalado en el marco fastuoso del antiguo Gran Hotel de Inglaterra, alberga colecciones de arte y de tradiciones populares, así como una exposición permanente dedicada al esquí y al alpinismo, desde 1850 hasta nuestros días.

En cuanto a la naturaleza, la ciudad termal cuenta con un entorno montañoso excepcional, y se beneficia de su proximidad a sitios naturales extraordinarios, como el Puente de España o el lago de Gaube. La Casa del Parque Nacional de los Pirineos de Cauterets acoge regularmente proyecciones y exposiciones relacionadas con la montaña.

El berlingot es una especialidad de Cauterets. Este famoso caramelo de colores, que antiguamente utilizaban los agüistas para disminuir el sabor del agua sulfurada, se sigue fabricando hoy en día de forma artesanal... ¡y continúa haciendo las delicias de grandes y pequeños! Varias fábricas de la ciudad termal ofrecen degustaciones del producto y demostraciones de su elaboración, que se remonta al siglo XIX.

Además de Gran Sitio Regional de Mediodía-Pirineos, el famoso circo de Gavarnie está inscrito en el patrimonio mundial de la UNESCO. Descrito por el escritor Victor Hugo como el "Coliseo de la naturaleza", a este extraordinario patrimonio natural solo se puede acceder a pie, a caballo o a lomos de un burro, partiendo de la ciudad de Gavarnie. Un agradable camino permite alcanzar en una hora el emplazamiento del Hotel del Circo, desde el cual se contempla una magnífica vista de conjunto del gigantesco anfiteatro rocoso. ¡La panorámica de las elevadas murallas calcáreas jalonadas de cascadas es verdaderamente magnífica! Los aficionados al senderismo pedestre podrán continuar su ascensión hasta el pie de la gran cascada. ¡Con sus 423 metros de altura, resulta realmente impresionante y de hecho es una de las mayores cascadas de Europa!

La ciudad de Tarbes, prefectura de Altos Pirineos y capital de Bigorre, invita a descubrir el hermoso jardín Massey, declarado de interés. Este maravilloso parque paisajístico, acondicionado en el siglo XIX por el naturalista Placide Massey, está surcado por alamedas que invitan a pasear y alberga un gran número de especies raras. En el interior de este parque se alza una casa de inspiración morisca, rematada con una torre de observación, en donde está instalado el museo Massey, con sus colecciones de Bellas Artes y de la historia de los húsares.

También merece la pena ver el haras nacional de Tarbes, que fue creado por Napoleón en 1806, y en la actualidad es monumento histórico. La visita guiada de este conjunto de estilo Imperio permite descubrir instalaciones hípicas, sementales de diferentes razas, así como una colección de coches de caballos. Como complemento, la Casa del Caballo, situada en el antiguo picadero, ofrece un espacio museográfico dedicado al mundo del caballo, y más concretamente a la imagen del caballo en la región de Mediodía-Pirineos. Todos los años, a finales de julio o principios de agosto, en el marco del haras nacional tiene lugar el festival europeo de la creación ecuestre, Equestria, un acontecimiento festivo dedicado al encuentro de los mundos del caballo y del arte.

Los amantes de la gastronomía tienen una cita obligada en el vestíbulo de Marcadieu, que todos los jueves por la mañana acoge un mercado de productos frescos.

La ciudad de Lourdes, segundo lugar católico de peregrinación del mundo, después de Roma, se hizo famosa tras las diferentes apariciones de la Virgen María a Bernadette Soubirous que se sucedieron entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858. Actualmente, los santuarios de Lourdes, situados a orillas del Gave de Pau, atraen cada año a millones de visitantes y peregrinos. La explanada del Rosario -dominada por la basílica de Notre-Dame de estilo neobizantino, la cripta y la basílica de la Inmaculada Concepción-, la famosa gruta milagrosa en la que se apareció la Virgen 18 veces, la basílica subterránea de San Pío X, el Espacio de Santa Bernadette o el vía crucis, con sus 15 estaciones, son algunos de los lugares destacados de la ciudad religiosa. Un conjunto impregnado de una atmósfera espiritual y mística muy particular...

En Lourdes, también se puede visitar el castillo-fortaleza que domina la ciudad. En el interior de la fortaleza, el Museo de los Pirineos alberga colecciones de objetos y de arte relacionados con la historia de los Pirineos. Desde las murallas del castillo, se contempla una hermosa vista de la ciudad, los santuarios y los Pirineos.

En el Parque Nacional de los Pirineos, a unos 2 100 metros de altitud, se encuentra el circo glaciar de Troumouse, rodeado de altas murallas montañosas que miden en total cuatro kilómetros de diámetro. A este maravilloso paraje se puede acceder en coche desde la aldea de Héas, en el municipio de Gèdre, siguiendo una carretera de peaje. Después de llegar al aparcamiento final, a los visitantes les espera un magnífico paseo de una hora (ida y vuelta) para llegar hasta el mirador de la estatua de la Virgen. ¡Desde este punto de observación, en pleno corazón del circo, la panorámica de conjunto del sitio es excepcional, y el colorido, magnífico!

Situado en pleno corazón de las montañas pirenaicas, el simpático pueblo de Saint-Lary-Soulan es una ciudad-balneario y una estación de deportes de invierno y de verano. Un destino soñado por todos los que desean combinar la puesta en forma y la práctica de actividades deportivas al aire libre. Entre otras cosas, en invierno se pueden practicar el esquí alpino y de fondo, y el senderismo con raquetas de nieve; y en verano, el senderismo pedestre, la bicicleta de montaña y la equitación.

En lo alto de la estación termal de Cauterets se encuentra el Puente de España, un paraje natural cuando menos impresionante, en el que las tumultuosas aguas de varias cascadas sucesivas se precipitan bajo el arco de un pintoresco puentecito de piedra. ¡El espectáculo es verdaderamente sobrecogedor! Un recorrido acondicionado, jalonado con varios miradores, permite apreciar plenamente la belleza del lugar.

El valle del Louron, verde e intacto, está salpicado de pueblos pintorescos y alberga un rico patrimonio arquitectónico. De esto dan testimonio numerosas iglesias románicas, entre las que destacan las de Cazaux-Fréchet, Mont o Vielle-Louron, que conservan unas espléndidas pinturas murales.

En el corazón de este elevado valle pirenaico rodeado de montañas se extiende el lago de Génos-Loudenvielle, una inmensa extensión de agua propicia para la práctica de actividades acuáticas. Se puede dar la vuelta al lago siguiendo un sendero pedestre.

Situado en un entorno natural excepcional, en el corazón de las montañas pirenaicas, el lago de Gaube, rodeado de picos de hasta 2 000 metros de altitud, es una espléndida extensión de agua de color turquesa. Este maravilloso lugar -al que se puede acceder en teleférico o, aún mejor, a pie, en media hora de caminata desde el Puente de España, cerca de Cauterets- despierta la admiración de visitantes y senderistas.

En los confines de Bearne y de Bigorre, no lejos de Lourdes, se encuentran las magníficas cuevas de Bétharram. En trenecito, en barco, por el lago subterráneo, y a pie, descubra los cinco pisos de galerías excavadas en diferentes épocas, impresionantes formaciones geológicas, en las que se alternan estalagmitas, estalactitas, drapeados y columnas. ¡Una magia de concreciones con formas sorprendentes!

Tierra de milagros y lugar de peregrinaje mariano, el pueblo de Lestelle-Bétharram debe también su renombre al famoso santuario barroco del siglo XVII. La capilla de Nuestra Señora, con una rica decoración interior, la capilla de San Miguel de Garicoiz, la fuente de San Roque y las diferentes estaciones del viacrucis que jalonan la verde colina son lugares ideales para el recogimiento y el silencio...

En el corazón de los Pirineos, a 1709 metros de altitud, no lejos de la estación de esquí de Gourette, se encuentra el puerto de Aubisque. Transitable de junio a octubre, es un lugar ineludible, y no solo para los entusiastas del ciclismo, sino para cualquiera que disfrute con los paisajes, ya que la carretera del puerto ofrece unas espléndidas vistas de las montañas pirenaicas...

Bagnères-de-Luchon, famoso balneario de los Pirineos, es una pequeña y dinámica ciudad dedicada a la puesta en forma, al bienestar y al deporte. En primer lugar, destacan sus termas. A lo largo del año, tanto en verano como en invierno ofrece una amplia gama de actividades deportivas. Pesca, bicicleta de montaña, piragüismo, escalada, parapente, esquí, travesías en raquetas o travesías a pie por el marco fabuloso de las montañas pirenaicas, son otras tantas actividades que se ofrecen a los deportistas. Una telecabina que sale de Luchon permite alcanzar en quince minutos la estación de Superbagnères y su territorio esquiable.

En pleno corazón de los Pirineos, en medio de un majestuoso circo de montañas, se alza la estación de esquí de Gourette. Dotado de un entorno natural excepcional, su dominio esquiable, que ocupa 90 hectáreas, ofrece más de 30 kilómetros de pistas entre 1350 y 2450 metros de altitud.

En verano, Gourette atrae a los deportistas que gustan de los paisajes montañosos, ofreciéndoles una gran variedad de actividades al aire libre, como el senderismo la bicicleta de montaña o la escalada.

En la prolongación del Parque Nacional de los Pirineos, se encuentra la Reserva Natural de Néouvielle, un espacio salvaje y protegido al que solo se puede acceder a pie. El punto más alto se encuentra en el pico Long, a 3 192 metros de altitud. Cubierto por un centenar de lagos de altitud, el macizo granítico de Néouvielle hace las delicias de los aficionados al senderismo y a los paisajes intactos. Algunos de los sitios que merece la pena visitar en esta travesía son: el pico de Néouvielle y los lagos de Orédon, Oule, Aumar o Aubert.

Situada en el macizo de los Pirineos, la parte montañosa de Alto Garona combina naturaleza, deporte y descanso. Un recorrido por los valles de Oueil, del Pique y del Lys nos permite descubrir maravillosos paisajes salvajes y preservados. Jalonado de pueblos típicos, caminos de senderismo, cascadas y lagos de altura, este territorio salvaje hará las delicias de los amantes de la naturaleza. Es obligado conocer el magnífico lago de Oô, situado a 1.504 metros, con su cascada de 275 metros de altura y su espléndido marco. Ahora bien, a este sitio maravilloso solo se puede acceder después de una hora de marcha.

En invierno, las montañas pirenaicas, con las estaciones de Superbagnères, Peyragudes o Le Mourtis, también atraen a los esquiadores.

En punto más alto de Alto Garona se encuentra en el pico Perdiguère que alcanza los 3.222 metros.

En un marco bucólico, en la parte baja del pueblo de Saint-Bertrand-de-Comminges, aparece la magnífica basílica de Saint-Just de Valcabrère. Este edificio religioso constituye un maravilloso testimonio del arte románico. Edificada en los siglos XI y XII, esta construcción, con su extraordinaria cabecera, suscita la admiración. Desde su cabecera, los visitantes también pueden disfrutar de una vista magnífica de los alrededores, y más concretamente, de la catedral de Saint-Bertrand-de-Comminges, situada en lo alto del pueblo.

En verano, el festival de Comminges ofrece conciertos de música clásica que se celebran en diferentes monumentos religiosos, como la basílica de Saint-Just de Valcabrère, la catedral de Saint-Bertrand-de-Comminges, la colegiata de Saint-Gaudens o la iglesia de Martres-Tolosane.

El bonito pueblo colgado de Saint-Bertrand-de-Comminges, enclavado en el apacible y frondoso entorno de las colinas de Comminges, es famoso por su catedral. Situada en el camino de Santiago, la catedral de Sainte-Marie domina majestuosamente las casas pintorescas de la ciudad. La catedral románico-gótica es conocida principalmente por su claustro, pero también por los espléndidos revestimientos de madera que alberga. El coro de los canónigos es particularmente suntuoso, con su lectorium, la clausura y las 66 sillas del coro talladas en madera. El claustro de la catedral está compuesto por cuatro galerías, tres de las cuales son de estilo románico y la otra es de estilo gótico. También se pueden ver unos sarcófagos en la galería norte y un pilar esculpido que representa a los cuatro evangelistas. La galería del mediodía es un auténtico mirador que da a las colinas verdes circundantes y ofrece una bonita vista de los paisajes preservados de Comminges.

El Parque Nacional de los Pirineos tiene una fauna y una flora excepcionales. Con una superficie de 45 707 hectáreas en la zona central y 206 352 hectáreas en el área óptima periférica, se extiende por el suroeste de Altos Pirineos y el sureste de Pirineos Atlánticos. El Parque Nacional de los Pirineos es un auténtico paraíso para los aficionados al senderismo, ya que se encuentra plagado de senderos. Este territorio salvaje y preservado alberga las cumbres más altas de los Pirineos franceses y cuenta con más de 230 lagos de altitud.

Para conocer mejor este espacio natural protegido, las Casas del Parque Nacional de los Pirineos de Arrens-Marsous, Cauterets, Luz-Saint-Sauveur, Gavarnie, Saint-Lary-Soulan (en el departamento de Altos Pirineos), Etsaut y Laruns (en el departamento de Pirineos Atlánticos), ponen a disposición del visitante gran cantidad de información, y ofrecen durante todo el año exposiciones permanentes y temporales relacionadas con la montaña.

En Pirineos Atlánticos, venga a conocer el patrimonio de las montañas bearnesas. Las partes más altas de los valles de Aspe y de Ossau albergan una naturaleza magnífica en la que hay marmotas, rebecos, halcones peregrinos y águilas reales... Un destino ideal para practicar el senderismo en los numerosos senderos o la pesca en las aguas repletas de peces de los lagos y torrentes de Alto Bearne. Dos lugares situados en la frontera franco-española merecen especialmente una escapada: el puerto de Somport, con una panorámica que abarca las cimas pirenaicas; y el puerto del Pourtale, con unas espléndidas vistas del conocido pico de Mediodía de Ossau.

En el corazón de Bearne, en los Pirineos franceses, se extiende el apacible y verde valle de Ossau. Un destino ideal para desconectar y disfrutar de los placeres de la naturaleza...

En lo alto de la localidad de Laruns se encuentra la preciosa pequeña estación termal de Les Eaux-Bonnes, un lugar de obligada visita si se quiere descansar y disfrutar del espacio "aquadétente" y de los tratamientos de belleza y bienestar del spa termal.

El valle de Ossau también posee maravillas naturales por todas partes, a cada vuelta de un camino o de un sendero.

Entre los sitios estelares de este territorio preservado, se encuentra el lago de Bious-Artigues, repleto de truchas fario y arco iris, que hace las delicias de los pescadores; el espacio museográfico del Acantilado de los buitres, en Aste-Béon, para descubrir la vida de las grandes rapaces pirenaicas; los lagos de Ayous, para contemplar en el marco de una travesía de un día; el pico de Mediodía de Ossau, apreciado por los apasionados de la marcha y de la escalada; la estación de esquí de Artouste, con el lago de Fabrèges y su pequeño tren turístico, el más alto de Europa!