Frente al océano, en el municipio de Hendaye, se alza en un promontorio de la cornisa vasca el Castillo-Observatorio Abbadia: Esta mansión de estilo neogótico, ricamente decorada, fue construida en el siglo XIX por el famoso arquitecto Eugène Viollet-le-Duc. Su antiguo propietario, el ilustre explorador científico vasco-irlandés Antoine d'Abbadie, instaló en ella un observatorio de astronomía provisto de una luneta meridiana única de 1880.

Abierto al público, el sitio de Abbadia no solo permite que el visitante descubra las habitaciones restauradas y amuebladas del castillo, sino que también ofrece un encantador paseo por el precioso parque inglés con plantas exóticas...

De Hendaye a Saint-Jean-de-Luz, entre el océano Atlántico y el macizo de la Rhune, se extiende la cornisa vasca, rocosa y salvaje. Calas, acantilados recortados, landas con brezo y vistas del océano son algunas de las maravillas que se pueden contemplar a lo largo de los 25 kilómetros del sendero del litoral. ¡Como para encantar a los amantes de la naturaleza y de los paseos costeros!

En el corazón de este territorio preservado, los amantes de la arquitectura podrán contemplar el famoso Castillo-Observatorio Abbadia, de estilo neogótico, construido en el siglo XIX por el ilustre arquitecto Eugène Viollet-le-Duc.

El dominio de Abbadia es un sitio natural protegido de 65 hectáreas, propiedad del Conservatorio del Litoral. Posee una gran riqueza paisajística y ecológica, así como un vergel conservatorio de especies frutales antiguas.

Para destacar en la agenda: la fiesta de la Cornisa, en septiembre, un acontecimiento ecorresponsable que se desarrolla a lo largo de la cornisa y ofrece animaciones científicas, artísticas y lúdicas, exposiciones, debates, danzas y cantos vascos, picnic gigante, etc.

Habitado por la misma familia desde 1341, el castillo de Urtubie, situado en el municipio de Urrugne, a tres kilómetros de San Juan de Luz, está inscrito en el inventario de los Monumentos Históricos.

Edificada en el siglo XIV y ampliado en el XVI y XVIII, esta elegante mansión del País Vasco presenta un interior amueblado y decorado con refinamiento. En una visita guiada se puede apreciar el mobiliario de época y los tapices de los siglos XVI, XVII y XVIII. Entre los atractivos del lugar, cabe señalar también la capilla del XVII, la orangerie del XVIII, y un precioso parque inglés de seis hectáreas. Un salón de té completa agradablemente la visita del dominio.

Ciboure es una pequeña localidad playera de la costa vasca. Entre sus atractivos, está el casco viejo, con sus casas antiguas de piedra o con entramado de madera, el pintoresco puerto de pesca y el animado mercado de los domingos por la mañana, en el que abundan los productos frescos y las especialidades locales. En el 27 del muelle Maurice Ravel se encuentra la casa natal del famoso compositor del Bolero.

Ciboure también complacerá a los que quieren descansar, que pueden disfrutar de los placeres del baño y del sol en las playas de arena fina, contemplando la silueta del fuerte de Socoa y el ir y venir de los barcos...

La famosa localidad playera de la costa vasca de Saint-Jean-de-Luz es conocida asimismo por su historia y su patrimonio construido. Así, en la iglesia de San Juan Bautista se celebró el 9 de junio de 1660 la boda de Luis XIV con la infanta María Teresa de España. Declarado Monumento Histórico, este edificio posee una decoración excepcional y conserva un monumental retablo barroco de madera dorada esculpida y tres pisos de galerías de roble... ¡Espléndido!

A continuación, recorra las calles comerciales de la antigua ciudad corsaria, antes de contemplar las destacadas fachadas de San Juan de Luz, como las de de la casa de la Infanta y la casa de Luis XIV. Está abierta al público la casa de la Infanta Joanoenia, de estilo italiano, donde residió en junio de 1660 la infanta de España con motivo de su boda con Luis XIV. Alberga la llamada habitación de la Infanta, así como un salón del siglo XVII magníficamente decorado. Edificada en 1643 por un rico armador de San Juan de Luz, la casa de Luis XIV, Lohobiague-Enea, donde residió el joven monarca al ir a celebrar su boda, le invita a descubrir la historia de San Juan de Luz a través de sus habitaciones ricamente amuebladas.

Después de la visita, haga un alto para probar los famosos "macarons" de la ciudad o para sentarse en la terraza de algún café de la agradable plaza Luis XIV. Luego, continúe su recorrido en dirección al pintoresco puerto de pesca, dese una vuelta por el paseo Jacques Thibaud, bordeando la playa y los elegantes chalets del paseo marítimo. La inmensa playa de arena fina de San Juan de Luz es ideal para descansar, y hará las delicias de los que ansían tumbarse al sol y de los aficionados a las actividades acuáticas.

En el corazón del País Vasco, en la provincia de Lapurdi, venga a descubrir Ascain, un pueblo repleto de encanto, con su pintoresca plaza central y su frontón de pelota vasca, sus callejuelas bordeadas de bonitas casas típicas de Lapurdi, y su iglesia de Nuestra Señora de la Asunción con campanario-porche. Esta alberga un bello retablo, así como tres pisos de galerías de madera.

En el corazón de la costa vasca, entre Biarritz y San Juan de Luz, la pequeña localidad playera de Bidart cuanta con una amplia oferta de ocio que va del surf al golf, pasando por la pelota vasca, la equitación, el tenis, el senderismo a lo largo del camino del litoral o la relajación en alguna de sus seis playas de arena.

Bidart, también posee un notable patrimonio construido: la pintoresca plaza Sauveur Atchoarena, las capillas de San José y Santa Magdalena, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, y el viejo molino de Bassilour donde se elaboran de forma artesanal pasteles vascos con crema y cerezas negras.

Para no perderse: las espléndidas vistas de las playas y los acantilados de Bidart, la costa vasca y el océano desde la mesa de orientación situada debajo de la capilla de la Magdalena.

No deje bajo ningún pretexto de realizar el recorrido en el pequeño tren de cremallera de la Rhune que sale de la estación del puerto de San Ignacio, en el País Vasco, en el municipio de Sare. A bordo de uno de sus vagones de madera, podrá contemplar en 35 minutos de ascensión, a una media de 9 km/h, unos magníficos paisajes en los que evolucionan en libertad las ovejas manech, los ponis Pottok y los buitres salvajes... Una vez en la cima de la Rhune, a 905 metros de altitud, podrá disfrutar de una espléndida panorámica de la costa vasca y de los Pirineos.

Al pie del macizo de la Rhune, en el País Vasco, hay que hacer una parada en el bello pueblo de Sare. Las casas tradicionales, el frontón de pelota, la majestuosa iglesia de San Martín, con tres pisos de galerías de roble y el entorno preservado constituyen otros tantos atractivos que proporcionan encanto al lugar.

La pintoresca casa Ortillopitz (siglo XVII), abierta al público, le invita a descubrir la vida vasca de antaño a través de la visita de la bodega destinada a la sidra, la enorme cocina, la oficina-sala de recepción del armador, las habitaciones, el desván, el vergel y el huerto antiguo.

En lo alto de Biarritz se encuentra un bonito pueblecito llamado Arcangues. Un lugar absolutamente encantador, con su pintoresca plaza central, agazapada entre el ayuntamiento con contraventanas azules, la preciosa escuela, el albergue típico, el frontón de pelota vasca y la iglesia del siglo XVI con galerías de madera.

Detrás de la iglesia de San Juan-Bautista, se encuentra el bello cementerio paisajístico en terrazas, repleto de estelas discoidales antiguas, con unas magníficas vistas de la cadena de los Pirineos. Aquí, en este remanso de paz, reposa la tumba del famoso cantante de opereta Luis Mariano.

¡El Aquarium de Biarritz es una puerta abierta al universo fascinante del mundo marino! El Aquarium se inauguró en 1933 en un edificio art déco de la explanada de la Roca de la Virgen, y en 1952 se enriqueció con un centro de estudios e investigaciones científicas. El Aquarium permite descubrir el papel del mar en la formación de los continentes, el poblamiento de las aguas, el océano en todas sus formas.

Desde 2011, su superficie se ha duplicado y acoge muchas más especies. Constituye una experiencia inolvidable ver evolucionar a los caballitos de mar o a los cirujanos amarillos y azules, contemplar el ballet de las medusas, las tortugas bobas, las rayas o los peces mandarín, estremecerse delante de los tiburones martillo o punta negras.

Para los más pequeños, el Aquarium organiza actividades específicas: comidas de focas y tiburones, estanque táctil para acariciar a una anémona, un pez o una estrella de mar.

Prestigiosa y elegante localidad playera de la costa atlántica. La distinguida Biarritz adquirió notoriedad en el siglo XIX tras la estancia de la emperatriz Eugenia, y ha sabido conservar todo su encanto con el paso del tiempo. Una costa salvaje, repleta de rocas esculpidas por la fuerza de las olas; espléndidos edificios y villas de arquitectura ecléctica, que va del Art nouveau al neovasco pasando por el art-déco y el barroco; largas playas de arena fina, ideales para descansar o practicar sus actividades favoritas...

Al salir de la plaza Bellevue, situada cerca de la Gran Playa, venga a conocer las riquezas naturales que contribuyen al renombre de Biarritz dándose un paseo para respirar el aire yodado por los caminos que dominan el océano. Un momento ideal para regenerarse, descansar, pasear en familia o en pareja, recorriendo lugares emblemáticos como la roca del Basta y la roca de la Virgen. Panorámicas grandiosas garantizadas...

¡En Biarritz le costará decidirse entre tanta oferta para pasar los días y las noches! Actividades acuáticas como el surf, el bodyboard, el submarinismo y la natación; deportes terrestres, como el tenis, el golf, el senderismo, la equitación y la pelota vasca; tratamientos de belleza y bienestar en un centro de talasoterapia; compras y salidas a restaurantes; casino, bares y discotecas para los noctámbulos...

En el aspecto cultural, un gran abanico de posibilidades completa la oferta balnearia de la estación, desde el museo del Mar al del Chocolate, pasando por el museo Histórico y el museo de Arte oriental Asiático. No se pierda el museo del Mar, instalado en un edificio de estilo Art déco. Con sus más de 50 acuarios, entre los que destaca el estanque de las focas, le transportará al mundo de los fondos marinos.

Numerosas animaciones y festividades jalonan la temporada veraniega: "Scènes Estivales" con conciertos gratuitos; "Nuit Féerique" del 15 de agosto, con espectaculares fuegos artificiales; Fiesta en el Puerto, así como competiciones internacionales de surf, por citar algunas.

Anglet es una conocida localidad playera del País Vasco que cuenta con muchos atractivos. Sus 11 playas, con 4,5 kilómetros de arena fina, sus 230 hectáreas de bosque preservado, su centro de talasoterapia, el golf de Chiberta, las zonas de surf, las pistas ciclables o el largo paseo litoral lo convierten en un destino turístico imprescindible de la costa atlántica. Es un lugar ideal para los veraneantes que quieren tomar el sol y para los apasionados de los deportes al aire libre... Una amplia oferta de cafés, restaurantes y bares lounge, así como un gran número de animaciones estivales y competiciones de surf jalonan la vida de la estación.

Incluido entre los pueblos más bellos de Francia, la antigua bastida de Ainhoa, fundada en el siglo XIII y parcialmente reconstruida en el XVII, es una etapa ineludible de cualquier circuito en el País Vasco. Su larga y única calle, jalonada de pintorescas casas blancas con entramados de color rojo y verde, y su iglesia del siglo XIII, con un campanario cuadrado con cuatro pisos, encantarán a los aficionados a la arquitectura. Hay que visitar el interior de la iglesia, aunque no sea más que por su magnífico retablo dorado y los dos pisos de galerías de madera. Alrededor del edificio, el cementerio paisajístico alberga estelas discoidales y tabulares de los siglos XVI y XVII.

En la confluencia del Nive y el Adour, muy cerca del océano Atlántico, se encuentra la pintoresca y animada ciudad histórico-artística de Bayonne. Famosa por su ambiente festivo y su animación estival, la capital del País Vasco francés debe también su notoriedad al patrimonio construido, verdaderamente notable. Sus bonitas casas altas, apretadas entre sí, con contraventanas de colores forman un conjunto de lo más típico. Es una maravilla poder pasear a lo largo de sus muelles o de sus viejas callejuelas contemplando las bellas fachadas con entramado de madera que se suceden a lo largo del recorrido...

En pleno centro del casco antiguo de Bayona, deténgase en la catedral de Santa María (siglos XIII-XVI). Inscrita en el patrimonio mundial de la UNESCO dentro del epígrafe de los caminos de Santiago, dispone de un magnífico claustro gótico cuyas galerías albergan tumbas y lápidas funerarias. Al abandonar este lugar que desprende serenidad, diríjase a las fortificaciones de la ciudad y relájese durante un buen rato deambulando por el maravilloso jardín botánico, diseñado según el estilo japonés, que se extiende por el corazón de las murallas, no lejos del Castillo Viejo.

Atraviese uno de los puentes sobre el Nive para llegar al barrio de la Pequeña Bayona y visitar el museo Vasco y de la Historia de Bayona. Posee más de 2000 objetos y obras de arte, distribuidos en veinte salas temáticas. Este museo etnográfico, instalado en la casa Dagourette (finales del siglo XVI), es de visita obligada para todo el que desea conocer la cultura vasca.

A pocas calles de allí, también se puede visitar el museo Bonnat-Helleu, dedicado a las Bellas Artes, cuyas colecciones incluyen obras de Léon Bonnat, Paul Helleu, Pedro Pablo Rubens, Francisco de Goya o Edgar Degas.

Numerosos acontecimientos festivos jalonan el calendario de Bayona: feria del jamón de Bayona en Semana Santa, competiciones de pelota vasca, corridas en la plaza de toros neomorisca, jornadas del chocolate el fin de semana de la Ascensión, fiestas de Bayona a finales de julio... ¡Hay para todos los gustos!

¿Desea profundizar en la identidad vasca? Vaya entonces a la casa Dagourette, Monumento Histórico de finales del siglo XVI ubicado en el muelle des Corsaires, a orillas del Nive, en el centro urbano de Bayonne.

Desde 1922, alberga una importante y apasionante colección etnográfica que abarca toda la historia del País Vasco y de su cultura a través de los siglos.

El museo vasco, "Euskal museoa", consta de tres niveles y ofrece al visitante veinte salas. En el nivel cero, además del auditorio, están las salas dedicadas al agropastoreo; en el primer nivel, las salas sobre la vida marítima y fluvial del puerto de Bayona, haciendo hincapié en la caza de la ballena, la artesanía y la casa; en el segundo nivel, la fiesta religiosa, la brujería, la danza, como el fandango, los juegos y la pelota. En total, ¡más de 2000 objetos dan testimonio de la cultura vasca! La sección etnográfica se encuentra ahora en los almacenes portuarios.

En pleno corazón del País Vasco, la preciosa ciudad termal de Cambo-les-Bains, con callejuelas típicas, goza de un clima oceánico suave y soleado. En un marco exuberante, se encuentra su centro termal, de estilo art-déco, especializado en reumatología y vías respiratorias. Además, ofrece curas medicalizadas y fórmulas spa para todos los apasionados de la relajación y el bienestar.

La Villa Arnaga, de arquitectura neovasca y declarada Monumento Histórico, es la casa de Edmond Rostand, el ilustre autor de Cyrano de Bergerac. Esta lujosa mansión ha sido transformada en museo y alberga objetos y obras de arte que evocan la vida del famoso escritor y de su familia. Los jardines de Arnaga cuentan con las etiquetas "Jardin Remarquable" (Jardín de interés) y "Arbres remarquables de France" (Árboles de interés de Francia). Se componen de un jardín francés, en donde se conjugan los minerales, los vegetales y el agua, y un jardín inglés, que ofrece una maravillosa paleta de colores y fragancias. Además, en Aranaga se celebran numerosas eventos: festival de teatro en el mes de agosto, exposiciones temporales, conciertos, conferencias...

¡Y si le gusta la pastelería, no se pierda, a principios de octubre, la jornada festiva y golosa de Cambo-les-Bains dedicada al famoso pastel vasco!

¡No deje de visitar La Bastide-Clairence! Clasificada entre los pueblos más bellos de Francia, esta magnífica bastida navarra del siglo XIV posee un encanto increíble... La pintoresca plaza central con arcadas, las típicas casas blancas con entramado de color rojo y los numerosos talleres de artesanía artística la convierten en un destino muy solicitado. La imponente iglesia destaca por el cementerio prado repleto de lápidas funerarias y por su interior adornado con tres pisos de galerías de madera.

Capbreton, conocida localidad playera con puerto deportivo, conjuga el disfrute de la playa con los placeres del surf y la vela. Un destino de la costa atlántica landesa apreciado por sus ocho playas de arena fina, su puerto de pesca y deportivo, sus escuelas de vela y surf, sus comercios y su ambiente estival...

La larga estacada de madera situada a la entrada del puerto, símbolo de la ciudad marinera, cautiva tanto a los visitantes como a los aficionados a la pesca con caña. Un lugar ideal para desconectar e impregnarse del aire marino...

Frente a la estacada y al océano, el centro Aquacéo, espacio acuático puesta en forma, con piscinas cubiertas y exteriores, jacuzzis, cuellos de cisne, sauna, hammam y Spa belleza-masajes, encantará a los que buscan relajación y bienestar.

Antes de unirse al Adour en Bayona, el río Nive, que nace al sur de Estérençuby, atraviesa unos bucólicos paisajes verdes salpicados de bonitos pueblos vascos con casas típicas.

Surcando el valle de la Nive, podemos hacer un alto en Itxassou, paraíso de la cereza negra. Su iglesia, de visita visite obligada, alberga un espléndido retablo dorado y tres pisos de galerías de madera.

Bidarray, con sus bases acuáticas que ofrecen descensos en piragua y rafting, hará las delicias de los aficionados a los deportes de aguas bravas. El río Nive, en el que abundan las truchas y los salmones, también es un destino predilecto para los entusiastas de la pesca... Los aficionados a los paisajes salvajes, por su parte, no dejarán de recorrer las gargantas del Nive y detenerse un instante en el sitio insólito del Paso de Roldán, un paso tallado en la roca por la erosión de las tumultuosas aguas del Nive.

Por último, antes de abandonar este maravilloso territorio hay que visitar Saint-Jean-Pied-de-Port, ubicada en el camino de Santiago, cuyo casco antiguo posee un patrimonio notable,...

Soorts-Hossegor es una localidad chic y deportiva de la costa landesa que atrae tanto a los buscan descanso como a los entusiastas del surf o a los aficionados al golf. Las magníficas playas de arena fina que bordean la inmensidad del océano Atlántico, las escuelas de surf, el lago marino y el largo paseo peatonal jalonado de paneles temáticos, el campo de golf de 18 hoyos, los circuitos de paseo por el bosque, el Sporting Casino de estilo vasco-landés, los elegantes chalets de las décadas de 1920-1930, emplazados bajo los pinos, las tiendas, cafés, bares y restaurantes, así como las numerosas actividades estivales y competiciones de surf, hacen de Hossegor un destino vacacional muy solicitado !

Las cuevas superpuestas de Isturitz y Oxocelhaya, están declaradas Monumento Histórico. Situadas en el corazón del País Vasco, en los municipios de Isturits y Saint-Martin-d'Arberoue, en la colina de Gaztelu, son un lugar destacado de la prehistoria y del arte parietal.

La visita a este lugar cultural y científico comprende Isturitz, mundialmente conocida por los arqueólogos por sus objetos de arte y sus grabados rupestres, y más abajo, Oxocelhaya, una grandiosa cueva santuario, famosa por sus espléndidas concreciones milenarias. Un mundo subterráneo mágico repleto de estalactitas, estalagmitas, columnas, cascadas y drapeados...

A la entrada del verde valle de los Aldudes, a ambas orillas del Nive de Baïgorry, el bonito pueblo de Saint-Étienne-de-Baïgorry le invita a descubrir sus casas vascas típicas y su espléndida iglesia de San Esteban, con un retablo barroco de interés, un órgano Rémy Mahler y tres pisos de galerías de madera.

Capital de la Baja Navarra y famosa etapa en el camino de Santiago, Saint-Jean-Pied-de-Port es un lugar que seduce tanto a los peregrinos que paran en ella como a los visitantes que aprecian los monumentos antiguos...

La villa medieval de San Juan de Pie de Puerto se encuentra rodeada de murallas de gres rosa. El visitante queda cautivado por las callejuelas empedradas, jalonadas de casas antiguas, el viejo puente sobre el Nive, las fachadas pintorescas al borde del agua, el camino de ronda y la imponente ciudadela remodelada por Vauban, cuya silueta domina los tejados de la ciudad. Para disfrutar de una hermosa vista de San Juan de Pie de Puerto y del verde del País Vasco, hay que subir hasta la entrada de la ciudadela. ¡Merece la pena el esfuerzo porque la panorámica es magnífica! A la vuelta, descendiendo la calle de la Ciudadela, después de franquear la puerta de Santiago, no deje de contemplar las viejas casas adornadas con dinteles esculpidos o hacer alguna compra en las tiendas que jalonan el recorrido. En el 41 de la calle de la Ciudadela, deténgase en la Prisión de los Obispos. Su museo presenta una exposición permanente dedicada a los caminos de Santiago en la época medieval.